miércoles, 4 de diciembre de 2013

Una poesía del verano

Tumbado sobre la arena,
con sueños hechos de olas,
el niño duerme la siesta,
que cantan las caracolas.

Debajo de la sombrilla,
cerca de la orilla,
me pongo el bañador,
a causa del calor.

Me puse mi camiseta,
me salí con mis vecinos,
nos fuimos en bicicleta,
y vimos a unos chinos.

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